La explotación irracional de
los recursos naturales en México ha acarreado desde años atrás un continuo y
deplorable deterioro del medio ambiente, así como un fuerte empobrecimiento de
los ecosistemas naturales. Uno de los principales factores de este
empobrecimiento ha sido la apertura de tierras a la agricultura y ganadería
producido por una serie muy compleja de elementos socioeconómicos, Además, la
respuesta del estado ante esta problemática ha sido tardía y su preocupación ha
carecido de voluntad real para proponer alternativas y reorientar proyectos
capaces de aprovechar el potencial que los recursos naturales nos ofrecen. El
país es muy rico en recursos naturales y cuenta con un enorme potencial
ecológico. Sin embargo, dichos recursos han sufrido un uso incontrolado e
inadecuado. Ante esta situación es necesario buscar alternativas al manejo de
los recursos naturales en el marco de un desarrollo integrado (ecológico,
económico, social), ya que el crecimiento económico del país depende de los
recursos naturales, de las condiciones del ambiente y de su madurez política.